El Cortijo del Daire en el mismo corazón de Sierra de Almijara, no deja indiferente al visitante; sus ruinas dan muestra de un floreciente pasado favorecido por su situación a cobijo de fríos vientos del NW, la cercana disponibilidad de agua con los caudales permanentes de los arroyos de las Majadillas y Zarzadilla, y la feracidad de los campos que verdean a sus pies.
Con
este eje como línea conductora ideamos una ruta que, de forma circular, nos
permitiera recorrer los puntos más destacados de sus alrededores. Para ello
ascenderemos en dirección N-NW ladeando la loma del Daire hasta alcanzar la
vereda de Cómpeta, desde aquí y, tomando dirección E-NE atravesaremos el
Collado de los Hornillos, superaremos el Puerto del Daire salvando los Tajos de
la Mota hasta casi alcanzar el Collado de La Perdiz, donde cambiaremos a
dirección S para cruzar las Crestas de los Civiles y descender hasta el Cortijo
del Mirlo, desde donde ya por pista, retornaremos al Cortijo del Daire.
El camino coincide plenamente con la ruta-13 (pg. 196-205)
descrita en el libro de Rafael Flores, Sierras Tejeda y Almijara. Guía del
Excursionista de Editorial la Serranía.
Pensamos que este recorrido satisface plenamente nuestros
deseos de conocer con mayor profundidad estos fascinadores parajes y hacernos
una idea del tipo de vida a la que se enfrentaron los habitantes de estos
lares, así que seguiremos al pie de la letra el recorrido descrito.
Al Cortijo del Daire se llega bien desde Cómpeta (esta forma
de acercarse ya está publicada en el libro anteriormente reseñado) o, como
hicimos nosotros, desde Frigiliana, tomando dirección el Acebuchal para, justo
antes de iniciar el descenso hasta la aldea, continuar de frente por la pista
que atraviesa primero Venta Cebollera, asciende el Puerto de Páez Blanca y
arriba hasta el Daire. La pista está en relativamente buen estado aunque sería
aconsejable usar un 4x4 para mayor seguridad. Nosotros lo hicimos con un
vehículo de los normales sin tener más contratiempos que el de mantener
atención al desprendimiento de piedras en la calzada o zanjas producidas por
las lluvias.
Para que resulte menos problemática la aproximación desde Frigiliana hasta el Punto de Inicio de la ruta, hemos publicado en wikiloc un track para vehículos. Podéis acceder a él desde <aquí>.
Para que resulte menos problemática la aproximación desde Frigiliana hasta el Punto de Inicio de la ruta, hemos publicado en wikiloc un track para vehículos. Podéis acceder a él desde <aquí>.
Para el inicio de la ruta tendremos que desplazarnos
aproximadamente dos kilómetros más hasta llegar a la zona donde se comienza el
sendero. Está en un ancho del camino donde se puede aparcar con comodidad, las
coordenadas del aparcamiento son las siguientes: 36º50’58’’ N:3º55’53’’W (898
m).
Desde el mismo inicio ya podemos hacernos una idea del
recorrido porque podemos observar la mayor parte de los accidentes geográficos
que pretendemos alcanzar.
Con buen ánimo nos hacemos al paso, es un día soleado,
bastante ventoso y algo frío. Comenzamos ascendiendo la vertiente occidental de
la Loma del Daire en dirección N por una vereda bien señalizada y bastante
marcada, al principio entre un amplio y claro romeral que, después de torcer en
dirección NW, desemboca en una pequeña zona de pinar para a continuación,
atravesar una molesta área de grandes aulagas que ralentizan el paso. Un poco
más arriba el camino comienza a descender de forma ligera hasta llegar al
pedregoso lecho del arroyo de los Pradillos al que cruzamos sin contratiempo
ascendiendo por la otra vertiente, el talud del barranco, hasta acceder a la
vereda de Cómpeta (36º51’41’’N:3º55’45’’W - 1.075 m).
Desde este punto vemos por nuestra izquierda la Venta
Cándido en el camino de Cómpeta. Nosotros tomamos dirección contraria por la
cómoda vereda que, en esta parte del trayecto coincide con el GR-242. Caminamos
un corto trayecto en dirección N hasta encontrar una bifurcación
(36º51’58’’N:3º55’41’’W – 1.150 m) donde torceremos dirección NE caminando
otro pequeño tramo por el pedregoso lecho de un estrecho cauce hasta alcanzar la cómoda vereda que asciende hasta Puerto Blanquillo. En este punto tomaremos dirección E, dejando a nuestra espalda Puerto Blanquillo. La senda es amplia y cómoda, andamos cobijados del frío viento del NW y protegidos por las quebradas crestas de las Lomas de la Mota. El camino se hace agradable, escoltados por un claro pinar donde vemos muchos restos de las antiguas vasijas usadas en la resinación de estos grandes pinos rodenos.
otro pequeño tramo por el pedregoso lecho de un estrecho cauce hasta alcanzar la cómoda vereda que asciende hasta Puerto Blanquillo. En este punto tomaremos dirección E, dejando a nuestra espalda Puerto Blanquillo. La senda es amplia y cómoda, andamos cobijados del frío viento del NW y protegidos por las quebradas crestas de las Lomas de la Mota. El camino se hace agradable, escoltados por un claro pinar donde vemos muchos restos de las antiguas vasijas usadas en la resinación de estos grandes pinos rodenos.
Pronto alcanzamos el Collado de los Hornillos
(36º51’48’’N:3º55’28’’W – 1.204 m). Paramos unos instantes para disfrutar del
paisaje; sobre todo llaman nuestra atención las altas y peladas lomas del Cerro
de la Chapa, que asoman por el NW. Hacemos las pertinentes
fotos y seguimos con prontitud. Continuamos dirección E con la vista puesta en el cercano Puerto del Daire. Primero descendemos con cuidado entre la pedregosa vereda hasta llegar a un cruce donde tomaremos por nuestra izquierda (dirección NE) pasando primero por una zona más llana y bastante deforestada con los síntomas de antiguos incendios, donde cruzamos el barranco para después afrontar en un empinado zig-zag la subida al puerto.
fotos y seguimos con prontitud. Continuamos dirección E con la vista puesta en el cercano Puerto del Daire. Primero descendemos con cuidado entre la pedregosa vereda hasta llegar a un cruce donde tomaremos por nuestra izquierda (dirección NE) pasando primero por una zona más llana y bastante deforestada con los síntomas de antiguos incendios, donde cruzamos el barranco para después afrontar en un empinado zig-zag la subida al puerto.
Estamos en el Puerto del Daire (36º51’49’’N:3º54’41’’W –
1.343 m); las vistas son magníficas, con las impresionantes pirámides pétreas
del Cerro de los Mosquitos y el Lucero hacia el NE y las escarpaduras
dolomíticas del Cerro de la Mota por el N, pero la intensidad del gélido viento
hace que nos apresuremos a seguir. Desde aquí el sendero continúa en un
continuo sube y baja trasegando por los impresionantes Tajos de La Mota hasta
casi alcanzar el Collado de la Perdiz en la confluencia de la subida al Lucero.
A los mismo pies del Collado tomaremos dirección sur para
encaminarnos hacía las Crestas de los Civiles. El viento continúa azotándonos
sin piedad y, en algunos tramos de paso más aéreo, nos obliga a extremar las
precauciones. Transitamos por un sendero bastante dañado, estrecho y con mucho
vaivén, sin embargo el pinar que nos acompaña es magnífico, grandes árboles de
rojizo tronco crecen increíblemente en estos escarpados
cerros. El atravesar estos crestones con tanto viento se convierte en una acción que requiere toda nuestra atención y pericia. El paisaje se vuelve sublime, por el oriente destaca la dual figura del Cisne con su Maceta, la redondeada cima del Cielo y la majestuosa Navachica. Al fondo las nieves de Sierra Nevada atraen nuestra mirada. Por el poniente la barrera formada por los Cerros Verde, Atalaya y Gavilán conforman una briosa muralla natural.
cerros. El atravesar estos crestones con tanto viento se convierte en una acción que requiere toda nuestra atención y pericia. El paisaje se vuelve sublime, por el oriente destaca la dual figura del Cisne con su Maceta, la redondeada cima del Cielo y la majestuosa Navachica. Al fondo las nieves de Sierra Nevada atraen nuestra mirada. Por el poniente la barrera formada por los Cerros Verde, Atalaya y Gavilán conforman una briosa muralla natural.
clicar sobre esta imagen para verla ampliada
El viento no nos da tregua hasta que finalmente acometemos
el descenso hacía el Cortijo del Mirlo, el cual divisamos al pie del barranco y
cerca del arroyo de la Zarzadilla. Hacemos el vertiginoso descenso con cuidado
hasta acceder al citado Cortijo del Mirlo (36º51’11’’N:3º54’42’’W – 912 m).
clicar sobre esta imagen para verla ampliada
Ahora, al abrigo de los altos farallones, descendemos más
cómodos. Como ya conocemos esta zona, bajamos rápidamente hasta el camino,
saltando entre las rocas para vadear el arroyo y con rapidez llegamos al
Cortijo del Daire (36º51’17’’N:3º55’04’’W – 878 m).
Sólo nos queda recorrer un último tramo de pista hasta
volver al vehículo. Mientras caminamos en animada charla, vamos volviendo la
vista hacia el Daire, con la luz más oblicua de la tarde, que alarga las
sombras y contornea el paisaje, nuestra imaginación vaga hacía esos antiguos
pobladores cuyos vestigios quedan entremezclados con los derruidos muros, los
abancalados cerros plantados de viejos olivos, ahora muy descuidados, pero que
guardan esa parte de la historia de este rincón de nuestra querida Almijara.
Los datos
finales para los amantes de las estadísticas son como siguen:
Distancia
total recorrida: 12,29 km
Tiempo
total empleado: 06:30 horas (04:21 h en movimiento y 02:09 h parados)
Desnivel
total acumulado: 1.318 m
Velocidad
media en movimiento: 2,8 km/h
Esta ruta la realizamos el 4 de febrero de 2013, en un día soleado pero con fuerte viento del NW que nos dejaba helados los cuerpos por momentos.
También podéis bajar la ruta para GPS desde <aquí>
Textos y Fotografías Arielle & Enric
Esta ruta la realizamos el 4 de febrero de 2013, en un día soleado pero con fuerte viento del NW que nos dejaba helados los cuerpos por momentos.
También podéis bajar la ruta para GPS desde <aquí>
Textos y Fotografías Arielle & Enric
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